reflexiones de las 2.32

A veces decimos lo primero que se nos pasa por la cabeza, sin pensar.
Y a veces podemos pasar meses, o años, pensando en algo y sin atrevernos a decirlo.

Somos raros. Las cosas nos podrían ir mejor.

Tatuaje ¿modestia aparte?

Últimamente, se nota que llega el verano y ese "alien" del que algún que otro profesor lleva tiempo hablándome, cada vez se está haciendo más grande.
Aclaración: el "alien", según yo tengo entendido, es la incertidumbre al salir al mundo laboral: conseguiré trabajo de lo que quiero, seré buena en ello, acabaré en un Mc Donal's o debería haberme dedicado a otra cosa. xD
Yo lo llevo sintiendo crecer desde que empecé la carrera, pero en los dos últimos años, y especialmente en este último tal y como está el panorama, el susodicho bicho está alcanzando unas proporciones mostrencas.

Desde siempre me ha gustado el tatuaje, siempre me ha llamado la atención y me ha interesado (aunque viendo a algunas personas cercanas a mí, eso se me quede pequeño). Esto, en combinación con el "alien" me hizo hacer un curso de tatuaje totalmente documentado en entradas anteriores, y desde entonces, he ido haciendo mis pinitos con quien se ha prestado a ello. No soy una maravilla, pero me gusta, y cada vez me gusta más.

El caso, y abreviando, es que me he metido en un foro de tatuaje para ver si puedo ampliar mis conocimientos, y entre unas cosas y otras he ido viendo cosas que me han llamado la atención, para bien y para mal.

Una de ellas es que veo buenos trabajos cuyo autor se etiqueta como "aprendiz de tatuador", y muy malos trabajos que pertenecen a alguien que se etiqueta como "tatuador profesional" y digo yo
: ¿no nos vendría bien un poco de modestia?. En varios sentidos: Modestia a la hora de etiquetarnos, modestia a la hora de decidir qué podemos hacer, modestia para reconocer los errores, y modestia para aceptar que el cliente tiene la última palabra.

- el tatuaje es una cosa para toda la vida. Antes de hacer uno, deberías tener muy claro que puedes hacerlo. Igual así avanzas más despacio, pero creo que vale la pena. Un mal trabajo es una mancha en tu historial, por no hablar de en la piel de una persona.

- Si estás empezando procura hacer cosas que sean correjibles en caso de que no queden perfectamente bien. Más vale rechazar trabajos al principio que lanzarnos a hacer cosas que no estamos listos a hacer.

- es una técnica artística complicada. Es diferente a cualquier otra técnica y requiere de un conocimiento profundo. Practicar nunca está de más, y no sólo sobre piel, si no también sobre el papel. Aprender a dibujar es imprescindible (pese a que se tatúe sobre un tránsfer) según yo creo, al menos. Además, como adición, tenemos los problemas médicos que podamos causar. Y por favor, los retratos dejadlos para el final, porque son de las cosas más complicadas y alguien que tiene la vista mínimamente sensible se da cuenta de cuando algo no está bien construído.

- el cliente siempre tiene la última palabra, pero NO siempre tiene la RAZÓN. Y puede que esto genere polémica, porque está claro que el cliente paga, el cliente manda, y el cliente es el que va a llevarlo el resto de su vida, pero, se le puede ACONSEJAR modificaciones en el tatuaje para que el acabado de este sea mejor. Me refiero en casos extremos, no sólo de mal gusto (considero que tengo un concepto muy amplio de este término y la mente muy abierta en cuanto a él, después de 5 años de carrera, pero es que hay cosas que no entiendo) si no sobretodo en cuanto a conocimientos técnicos. Por ejemplo: un tío que viene pidiendo el típico tiburón con las fauces abiertas, diseño en mano. Según su diseño, el tiburón tiene un defecto en la boca, que está toda negra en una zona donde no debería haber nada. Yo se lo corregiría, y le enseñaría la otra opción, si él sigue prefiriendo la que él traía, pues nada, pero me veo en la oblicación de decirle que ese detalle está mal.

En fin, no sé. Quizá sea yo la que no tiene el chip de tatuadora activado, pero es mi opinión. Soy consciente de que soy muy maniática en cuanto al acabado y todo eso, pero es lo que tiene mi bagaje. Estoy abierta al debate, por supuesto.

Tirar los pinceles.

Últimamente vengo de la facultad con ganas de tirar los pinceles. 

Pero luego me acuerdo de que no sé hacer otra cosa que me haga feliz, y se me pasa.

Me gusta pensar que las cosas son sencillas.

Intentando rellenar mi currículum

Una de cal y otra de arena...
... eso es lo que os estoy dando últimamente, me doy cuenta al releer mis entradas más recientes. Así que me he propuesto motivarme un poco con esta entrada.
(PD: tengo la esperanza de que alguien me lea, pero manifestáos, cojones, que las visitas no dejan de subir pero no veo más señales de vida!) xD.

En fin, pues hoy vengo positiva otra vez. A final de curso haré otra entrada detallándolo mejor, pero oye, he estado haciendo recuento hace un rato y estos últimos años he tenido unas cuantas cosas por las que alegrarme (a.k.a. cosas que cuentan para currículum xD).

He hecho:

• Una participación para un libro de artista de la que nunca más se supo ¬¬
• Un cartel de fallas, que no llegó a nada, pero que se expuso. (En realidad fue una basura, porque era mi primer cartel, así que me perdono a mí misma).
• Una exposición en clase de proyectos I, de autorretrato.
• Un cartel de concienciación para el día mundial del SIDA. (Tampoco llegó a nada, pero se expuso).
• Un curso de tatuaje con certificado.
• Algún que otro tatuaje, aunque aún no muchos. Por falta de tiempo, no de clientes :P.
• Una colaboración para una exposición de autorretrato, de pintura, que acaba hoy.
• Y, aunque no cuente para currículum, he podido aprovechar un golpe de suerte para hacerme con una cintiq pequeñita.
• Una camiseta que sale esta noche a la venta en Qwertee.
• Una ilustración  que va a publicarse en un libro freelance, y que van a intentar hacer llegar al salón del cómic de barcelona.
• Una ilustración/fotomonjate que se ha publicado en la sección digital "tú eres el redactor" de El Jueves. :)

Estoy haciendo:

• Un corto animado que si los Dioses son piadosos verá un certámen en colaboración con una asociación mexicana.
  Un libro ilustrado sobre el corto animado anterior.
• Un libro infantil con una historia propia que procuraré presentar a algún concurso/editorial/whatever, porque aunque lo llevo con muchísimo retraso, tengo puestas expectativas en él.
• El acabado gráfico de un videojuego (Trabajo en común con unos colegas).
• Además de todo eso, y pese a que no tengo mucho tiempo, estoy consiguiendo no fallar a mis cuatro publicaciones mensuales en mi blog de ilustración : En cuerpo y Almie.

Haré:

• Mi primer portfolio profesional. Próximamente.

Y todo eso en dos años. Vamos, que tengo motivos para estar contenta.

Así que ... bueno, no está mal :).

tic-tac

Quiero tener tiempo!
Tiempo para dibujar, guarrear con las acuarelas, el gouache, probar cosas con el photoshop y dibujar princesas con espada, espadas con princesa o cualquier otro random! Dedicarme a algo que no sea salir del paso!
Este año he sido demasiado ambiciosa con todas las asignaturas que he cogido, y voy con el agua al cuello en todas y cada una de ellas, pero es que algunos no tenemos opción de seguir estudiando tiempo ilimitado! Me arrepiento en parte, porque no las estoy disfrutando como debería, pero en realidad ya tengo ganas de acabar con este sufrimiento de año, porque muy a mi pesar, eso es lo que está siendo, por nada en concreto y por todo en general.
Así que estoy deseando que llegue el verano y poder coger el lápiz sin ningún tipo de obligación.

Indignación. Eso es lo que queda aquí.

A ver si por lo menos nos abren las puertas para salir de este país, 

ya que están cerrando todas las demás.

Un día...

... Un día las cosas nos irán justo como queremos que nos vayan.

Hoy me he levantado positiva. ^^

Vacaciones y reflexiones.

Parece que las vacaciones y las reflexiones vienen de la mano. xD

Hace tiempo que las vacaciones no son vacaciones para nosotros (Por cosas de la facultad, más que nada). A veces tengo tanta necesidad de vacaciones, que cuanto más cosas tengo que hacer, menos hago. Me saturo, y por más que intento ponerme a currar, no hay manera. En fin.

Y pienso: "Eh, el año que viene será de otra forma!", aunque la verdad es que no tengo ni idea de cómo será el año que viene. Sólo sé que como no encontremos curro (Un curro bueno, con su sueldo mínimo y su contrato que asegure que no te van a dejar en la estacada al segundo mes) y podamos salir de aquí... estamos jodidos. Así que es mejor no pensar en ello, de momento.

No sé. Lo que quiero, y lo que pido, no es nada complicado. Un trabajo que me permita pagarme una casa (De alquiler, no se vaya usted a creer), algún que otro cómic, y una escapada de vez en cuando. No entiendo por qué es tan difícil xD. Y bueno, si me tengo que ir fuera para conseguirlo, pues no me importa. Lo que no quiero es tener que contar con el dinero de otros, ni tener que volver atrás por necesidad.

Por mi parte, estoy intentando acogormar el currículum de exposiciones y publicaciones que espero que me sirvan de algo en un futuro no muy lejano, pero a veces es desesperante no tener ni idea de qué va a pasar por más que te esfuerces. Por suerte hemos tenido unas clases en las que entre otras cosas, hemos aprendido lo inútil que es preocuparse (Pre-ocuparse, es gracioso si lo piensas) y bueno, me han ayudado a centrarme un poco y a sacar un poco de tiempo para mí, aunque lo invierta en chorradas, o en no hacer nada (que a veces también es necesario). Ahora mismo las cosas me van bien, un par de problemas aquí y allí, pero nada del otro mundo, así que procuro pensar en eso más que preocuparme en el futuro, pero a veces cuesta. Al menos no dejo que me influya demasiado.

Soy optimista :), porque sé que hay salidas, y si no las hay, me las inventaré, pero vamos. Debería ser más fácil, porque no es nada del otro mundo, y porque se supone que tengo derecho a tener todo lo que estoy pidiendo.

Espero poder hacer una entrada el año que viene, en la que las cosas me vayan como a mí me gustaría, o parecido, y pueda leer esta entrada y reírme.

Igual parece una gilipollez a más de uno, pero me da igual: lo importante es no perder la sonrisa y las ganas de estar dispuesto a casi todo con tal de conseguirlo.

A veces escribir aquí me ayuda a poner en orden mis pensamientos, espero que no esperarais más de esta entrada. xD

Así que eso. Sin más :P .

Recordatorio a mí misma: Retos para el 2013

Retos del dibujante: 365 días, 365 dibujos. Se aceptan similares.
Narrar mis aventuras y desventuras en paginitas de cómic.

NO DEJAR DE DIBUJAR,
NO DEJAR DE INTENTARLO.

Puedo prometer y prometeo...

... que cuando tenga un poco de tiempo prometo unas paginitas de cómic para plasmar mi frustración con alegría y buen humor.

No sé cuándo será eso, ciertamente.

GRACIAS

   A lo largo y ancho de la vida, uno se cruza con un sinfín de personas. La gran mayoría de ellas ni siquiera te la has llegado a cruzar por la calle (o ni si quiera has coincidido con ellos en vida); la mayoría de las que te cruzas ni siquiera reparas en ellas; en algunas de ellas llegas a reparar, pero nunca llegas a conocerlas; conoces (aunque sea de pasada) a poquísima gente; no confías en casi nadie y de las personas en quienes confías, ni la mitad te hacen sentir realmente apreciada.

   Tengo la suerte de que no me basten con los dedos de una mano para contar a este último tipo de personas; con sus más, sus menos, sus altos y sus bajos, claro, pero siempre han estado ahí.

   No siempre ha sido así, ni de lejos. Pero ahora que no las tengo cerca (o a su gran mayoría), me doy cuenta de lo importantes que son, y quería darles las gracias por estar ahí ^^.

   Así que eso, GRACIAS. :)

Un día de estos me planto en Sevilla y echo raíces.

mala racha

Hoy lo siento, pero me toca despotricar un poco. No lo leáis si no queréis.

Desde hace un tiempo ando algo decaída y cómo resulta que no tengo psicólogo, y por algún lado tengo que desahogarme... pues ea. Se admiten psicólogos amateurs.

[Suprimida la explicación detallada. Tampoco es necesario profundizar.]

Yo no sé, si es que estoy haciendo algo mal y no me estoy dando cuenta. Pero no sé, a lo mejor sería mejor para todos que antes de tener que llegar a estos estremos, aprendiéramos a comunicarnos y a decir "eh, esto que haces me molesta", corregirlo, y que la cosa quede ahí, sin darle más importancia. Sé que cuesta... pero es lo más fácil.

No me gusta estar así, y me siento fatal, y no sé cómo arreglarlo, ni cómo he llegado yo a esta mierda de situación.

Con tanta cosa, he acabado por dejar de lado los trabajos de clase, entre ellos el cuento del post anterior, que me hacía mucha ilusión, y una animación bastante complicada. Me intento poner a trabajar, pero es como que me da igual casi todo, y lo dejo pasar. Y ahora estoy agobiada.




En fin, intento mantenerme a flote y tengo mucho que agradecerle a Bea y Kaba, que me han estado aguantando y que me hacen más fácil pensar que esta situación no va a ser para siempre y que me recuerdan que la actitud es importante.

Lo siento también por quienes estén intentando tratar conmigo ahora mismo, porque es un poco más difícil que de costumbre. Espero que para una vez que me pasa esto, no se me tenga en cuenta.


Una mala racha la tiene cualquiera.

A veces biene bien desahogarse un poco, aunque luego lo borres y te des cuenta de que no estás diciendo nada. ^^U (lo siento si esperábais cotillear más allá).

Gracias por leer.


EDIT: Por cierto,Odio cuando alguien me pide el cuaderno de bocetos y lo cierra diciendo "bueno, si encuentras trabajo...". Siempre igual u_u.
Encontraré trabajo, aunque sea un pluriempleo de mierda o en un McDonals, joder. Que es jodido ya lo sabía yo cuando empecé la carrera, no necesito esa clase de apoyo. No he tirado el tiempo tanto como vosotros creéis.
Una espera que se respete la forma de vida que ha elegido. Ya ni siquiera que la compartan, simplemente que la respeten y la apoyen en la medida de lo posible.

Fin del comunicado.

Pájaros en la cabeza.

   Puf, hacía un montón que no actualizaba! (debería volver a cogerlo por costumbre... xD).
   En fin, voy al grano que esta entrada ya va a ser bastante larga de por sí.

   El caso es que estoy trabajando en un cuento infantil ilustrado/cómic (tiene un poco de las dos cosas). Después de pasar un primer filtro de amigos cercanos a los que le he dado muchísimo el coñazo con esto, he decidido hacer la primera publicación para que cada cual haga sus aportaciones, que seguro que me son útiles. Así que gracias por dedicarle un ratito a leerlo y doble gracias si hacéis alguna aportación, ya digo que será bien recibida ^^. Os dejo la historia:



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Pájaros en la cabeza.

    Érase una vez en un lugar muy muy lejano, un país muy parecido a este. Casi podría decirse que era exactamente igual, pero eso no sería del todo cierto. Sí, el cielo era azul, había árboles, montañas y grandes ciudades repletas de casitas o grandes edificios donde vivía la gente. Los coches iban por la carretera, los barcos surcaban el mar y los aviones dejaban estelas en el cielo. Los adultos iban a trabajar, los ancianos saboreaban sus días de ocio y los niños... bueno, esa es la diferencia: los niños. Por alguna extraña razón, todos los niños, nacían con un pequeño huevo en la cabeza, que crecía con ellos. Al llegar a cierta edad, el huevo eclosionaba y un pequeño pajarito anidaba en sus cabezas. Poco duraba esta relación con sus pajaritos porque, al igual que sus abuelos habian hecho con su padres, éstos les obligaban a deshacerse de aquellos "incómodos animales" lo antes posible. .

Pero había una niña diferente al resto: se llamaba Irene. A Irene no le gustaban los cuentos de princesas en los que todo siempre era de color rosa. Ella prefería las historias de piratas, o las de aventureros que arriesgaban sus vidas para acabar con malvados villanos. Lo que más le gustaba Irene era subirse a los árboles e imaginar sus propias aventuras. Y lo que más odia es que le cepillen el pelo. Tampoco le gusta llevar pendientes, bueno, no es que no le guste, es que los pierde siempre.
Quizá precisamente por todo eso cuando Irene descubrió aquella mañana que su pajarito había salido del huevo, no le importó en absoluto, es más, ¡se sentía muy contenta de tener a un nuevo compañero de aventuras!
Cuando el pajarito nació, Irene tuvo que descubrir qué comía. Probó con migas de pan, magdalenas, frutas e incluso chocolate, pero nada. Descubrió que aquel pajarito no era un pajarito común, pues lo que más le gustaba comer eran historias. Sus favoritas eran las de aventuras, seguidas muy de cerca por las historias de miedo.

Conforme el pajarito fue creciendo, su curiosidad fue aumentando. Irene y él leían todo tipo de libros y pasaban todo el tiempo juntos.

Pero Irene era la única del cole que seguía teniendo su pajarito, y su mamá intentaba convencerla de que se lo quitara de la cabeza, sin conseguirlo.

Un día el pajarito empezó a contarle historias al oído, e Irene se dio cuenta de que sólo ella podía entenderlas. A Irene, le encantaban esas historias que no estaban escritas en ningún libro, y por eso, le daba un poco de pena que sus amigos no pudieran entenderlas, así que un día empezó a escribirlas todas en una libreta, incluso hacía los dibujos!
Un día, la mamá de Irene le preguntó qué era eso que siempre estaba escribiendo, y ella se lo explicó y compartió con ella una de las historias. Al ver lo feliz que era Irene con su pajarito, su mamá aprendió a quererlo como uno más de la familia y permitió que su nido siguiera en la cabeza de su hija.

    Cuando Irene creció, lo tenía claro: Sería escritora, y compartiría las historias que el pajarito le contaba al oído con todo aquel que quisiera leerlas. Publicó todas las historias que había escrito en su libreta, y todas ellas tuvieron mucho éxito. Incluso escribió su propia historia en la que contaba cómo su pajarito le había ayudado a ser lo que hoy en día era.
A partir de entonces, las mamás dejaban que los niños crecieran con pájaros en la cabeza, e incluso les enseñaban a cuidarlos.
Pronto, los niños se dieron cuenta de que no todos los pajaritos comían historias, como el de Irene. Algunos pajaritos preferían los números, ¡y hacían las multiplicaciones más difíciles en un abrir y cerrar de ojos! A otros les gustaban las partituras, haciendo que los niños tuvieran grandes aptitudes musicales. Otros pajaritos degustaban guiones de teatro o películas, haciendo que los niños desarrollaran un gran talento como actores. Otros comían lápices de colores, y sus niños se convertían en grandes artistas y dibujantes.

   Y así fue como los habitantes de aquel país se dieron cuenta de que no sólo se podía llevar una vida normal con pájaros en la cabeza, ¡si no que además era una vida muy divertida! Y colorín colorado, este cuento, se ha acabado.